Today I need to spread some letters around, or I'm going to explode.
Just a few people can hurt so deeply your heart as your most beloved ones can.
Feeling that the closest human being you have nearby, the one you care and love with all your entire life, only hates you and has no consideration for you at all, is something too difficult to bear with...
What to do?
I know there isn't any other answer.
Praying, waiting, having faith in my Lord, that things will turn out well sometime in the near future. For me and most of all for her, 'cause I know her future will be sad if she goes on this way.
At least this day is in its end, and a new one is supposed to bring new hopes into our souls.
"Yes, my soul, find rest in God;
my hope comes from him.
Truly he is my rock and my salvation;
he is my fortress, I will not be shaken." Psalm 62:5,6
That's right. Only in Him we'll stay safe. "Have mercy on me, my God, have mercy on me,
for in you I take refuge. I will take refuge in the shadow of your wings until the disaster has passed." Psalm 57:1
"In the shadow of your wings I find protection until the raging storms are over. Psalm 57:61 I hope you find consolation and strength in the source of our life, who wants you to be safe and happy for now and for the eternal times. May Jesus Christ bless you today and always!
Cathartic Writings
martes, 13 de octubre de 2015
viernes, 9 de octubre de 2015
Me juego!
En estos días no logro sacar de
mi mente los últimos acontecimientos. Grandes giras internacionales con el jefe
de una de las más grandes religiones en el mundo, el Papa Francisco, y la gente
que lo sigue como si fuera Dios mismo. Al mismo tiempo por otra parte, mueren cientos
de personas intentando huir de la despiadada guerra, para encontrar más tratos
inhumanos en los lugares donde llegan buscando refugio. ¡Cuánta contradicción!
Paz, seguridad. Tolerancia
étnica y religiosa. “Ismos” y “gías”: religiones, organizaciones humanas que
pretenden acercar al ser humano, entre unos y otros y a Dios. Ecumenismo,
globalismo, ecología y mucho más. Pero dice la palabra de Dios: “cuando digan:
Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los
dolores a la mujer encinta, y no escaparán”. 1 Tesalonicenses 5:3. Estamos en
los últimos tiempos del mundo tal como lo conocemos. Están pasando cosas que
llevan la aguja del reloj de Dios, a un tiempo crucial para toda la humanidad.
¿Qué actitud o fuerza humana
nos dará paz verdadera? ¿Se puede tener paz sin saber qué nos espera del otro
lado del umbral de la tumba fría?
¿Puedo tener paz “aceptando”
formas de pensamiento y religiones, aun cuando internamente SÉ y he comprobado
en mi vida, que LA ÚNICA PAZ, LA ÚNICA SALVACIÓN, está en JESUCRISTO? Yo no, no puedo, porque Cristo me
enseña que no es así. Como nunca antes hoy cobró sentido para mí, éste fragmento
de palabras de Jesús, el Señor me lo mostró y dice:
No penséis que he venido para traer paz a la tierra;
no he venido para traer paz, sino espada. Porque he venido para poner
en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera
contra su suegra; y los enemigos del hombre serán los de su casa.
El que ama a padre
o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí,
no es digno de mí; y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno
de mí. El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de
mí, la hallará.
Esto quiere decir que por mi
fe en Cristo debo definirme, jugarme, debo arriesgarme a
perder las buenas relaciones con las personas que más amo,
familiares, parientes, amigos íntimos, etc., con tal de avisarles que sólo en
Jesucristo hay paz y salvación. El llamado a tomar la cruz y seguirle,
significa que debo negarme a mí mismo y mis intereses, porque si de verdad creo
en Él, llegará el momento en que reconocerlo en público, pondrá en riesgo mis
relaciones interpersonales, y quizá también mi misma vida.
Jesucristo mismo nos dice en S. Juan 14:6 “YO soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie viene al Padre, SINO POR MI”. Sin embargo el ser humano, con sus miles de religiones, se ha inventado otros caminos, supuestos atajos, que lo único que hacen es alejarnos cada día más de la salvación que Dios Padre proveyó para la humanidad: solamente EN Cristo.
Lo dice también el Dr. Lucas
en Hechos 4:12
“ …En ningún
otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los
hombres, en que podamos ser salvos.”
No sirve rezarles a otras
personas que ya están en el cielo, para que intercedan por nosotros, por más
buenos o santos que hayan sido. La única oración que salva es la tuya
directamente a Papá Dios en el nombre de Jesús, porque así Él determinó que
fuera. No lo inventamos los protestantes, lo enseñó el mismo Jesucristo
mientras anduvo por la tierra. Nadie más
puede conseguirte una entrevista con el padre, sólo Cristo, quien al mismo
tiempo es Dios, Él es uno mismo con el Padre y el Espíritu Santo.
Jesús, es el que te amó tanto
que vino a pasar una vida entera en este mundo corrupto, y terminó sus días
sufriendo la más horrenda muerte pública que podía haber existido, SÓLO POR
AMOR, amor a todos los que vivían en ese tiempo y en todos los tiempos, por
amor a mí y a vos.
Si Él ha entregado toda una vida
para salvarnos, ¿por qué cuesta tanto creer que Él es suficiente y que te
escucha sin intermediarios? ¿Qué podrías perder intentándolo?
Si pensás que otros
que están en la eternidad pueden escucharte y llevar tus oraciones a Dios, lo
cual Jesús mismo invalidó, ¿por qué no creés que Jesús mismo te escucha? Él
prometió que estaría en el cielo, vivo y esperando que le busques a Él.
Si ni siquiera le
molestaba recibir a los niños, cosa que muchos grandes personajes no hacen,
¿qué te hace pensar que no te va a recibir a vos?
Tal vez calmes tu consciencia pensando que
hacés muchas cosas buenas por otras personas, que estás yendo a tu iglesia y
siempre estás haciendo buenas obras, pero permitime decirte que no hay NADA
que podamos “hacer” para obtener la paz, el perdón
y la salvación.
Lo que debía hacerse lo consumó Jesús en
la cruz. Las buenas obras que hace un creyente son el resultado de que Jesús está en su vida. Cuando hacemos obras
de bien por otras razones, estamos haciendo simple filantropía.
Cristo es la única puerta que
podemos tocar, Él dijo “Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá,
y hallará pastos. (S. Juan 10:9).
En él no sólo hay salvación,
también hay una vida nueva, diferente, en la que nos ofrece todo lo que
realmente necesitamos. Dice que “habrá pastos”, es decir que él nos alimentará
el alma, y también nos guiará para tener lo necesario física y socialmente en
lo cotidiano.
Los que hemos
creído en Jesucristo, no tenemos excusa. No podemos aceptar tantas mentiras que
hoy nos vienen a decir, pretendiendo que la humanidad puede unirse en paz SIN
CRISTO.
Somos conscientes de que no
nos miran bien cuando nos presentamos como seguidores de Jesús. A nadie le
gusta que le digan que su religión no es suficiente para tener paz con Dios, o
que no los va a salvar. Pero hoy Jesús me está pidiendo, y te está pidiendo,
que te juegues por Él. Si sos un verdadero hijo de Dios, no podés quedarte
callado ante las cosas que están pasando.
No podés ignorar que hay
millones que están muriendo SIN salvación, entrando a una eternidad sin Cristo,
bajo el dominio del mal. Millones que viven engañados por falsas religiones. Si
investigamos el origen de la palabra “religión”, viene del latín “religio, religare”, que significa “atar
fuertemente con Dios”. Por las palabras dichas por el mismo Cristo y sus
apóstoles, por la experiencia de millones de creyentes en Jesucristo a través
de la historia, y por mi propia experiencia, puedo decir con certeza de que no
hay nada ni nadie que pueda salvarnos ni darnos paz interior, nadie más que
Jesucristo.
Aunque a muchos pueda no
gustales, si mi testimonio sirve para acercar a una sola persona a recibir a
Jesucristo como Señor y Salvador de su vida, entonces vale la pena. Y si nadie
lo quiere creer, leyendo estas líneas, igual vale la pena. Al menos tendré mi
consciencia tranquila, de haberte contado que “No hay otro nombre dado a los
hombres en quien podamos ser salvos”.
Hoy Jesús te dice:
“ Pero como ya les dije, a pesar de
que ustedes me han visto, no creen. Todos los que el Padre me
da vendrán a mí; y al que a mí viene, no lo rechazo”. (S. Juan 6:36,37)
No te engañes más con falsos
caminos. La famosa tolerancia religiosa y el ecumenismo, no te van a salvar ni
te darán paz en el corazón.
Hoy estás viendo a Jesús, no
lo rechaces, porque él te está buscando, y está llamando a tu puerta. No hace
falta ningún intermediario, ni siquiera que me creas a mí. Por amor a tu alma,
por tu salvación, hoy me juego la cabeza y te pido en su nombre, creele a
Jesús, porque todo aquel que crea en Él, tiene vida eterna, y Él quiere que vos
la tengas (S. Juan 3:16).
Te invito a acercarte a
Jesucristo creyéndole, a que le abras la puerta de tu corazón. Apocalipsis
3:20: “¡Mira! Yo estoy a la puerta y llamo. Si oyes mi voz y abres la puerta,
yo entraré y cenaremos juntos como amigos.” ¿Te animás a cenar con Jesucristo?
Que Él te bendiga hoy y siempre! R.F.
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